Angelica Campos, una líderesa comprometida con su comunidad.
Impulsada por la esperanza del bienestar familiar y social.
Angelica Campos, una mujer de 43 años, migrante, originaria del estado Zulia de Venezuela, concluyo sus estudios hasta el bachillerato, madre soltera de 8 hijos, que actualmente vive con sus 3 hijos menores, “el joven de 15 años se dedica al reciclaje, y mis otras dos niñas de 11 y 5 años están estudiando”. Angelica migró a Colombia con sus 3 hijos menores, en el año 2018 a causa de la crisis en su país, con el objetivo de buscar mejores oportunidades. En Venezuela, había desarrollado laborares como comerciante, vendiendo ropa, sábanas, y elementos esenciales cotidianos… “Aquí he sentido temor de dejar a mis hijas al cuidado de otra persona y salir a trabajar, ya que tengo desconfianza en que les pueda pasar algo malo, estos años, desde que llegue a Colombia, no he trabajado y no me gustaría exponer la seguridad de mis hijas dejándolas al cuidado de alguien más, mientras trabajo”, por este motivo, Angelica, una mujer activa, decidió buscar en que ocuparse, y contribuir en el espacio al que recién llegaba a habitar, fue cuando se unió a un grupo de mujeres líderes, y logró convertirse, en una líder social comprometida con su comunidad, Villa del Sur, ubicada en Riohacha, La guajira, donde reside desde hace 3 años y donde se evidencia problemáticas sociales estructurales, “Villa del sur es una comunidad constituida hace 3 años, es una comunidad que tiene distintas problemáticas, una de ellas es la falta de cobertura e instalación de los servicios públicos básicos, y por otro lado, dentro de las problemáticas sociales que evidencian, tenemos muchos padres descuidados con sus hijos, pues, no les brindan la educación adecuada, existen altos niveles de desnutrición, y acceso limitado al servicio de salud”.
En el trabajo conjunto desarrollado junto a otras mujeres de su comunidad, llega el programa de la OIM, junto a la Fundación Renacer, a través de la líder Norelvis Oñate, quien les comunica la importancia del programa y la oportunidad de capacitarse en temas de prevención de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños, Adolescentes, Violencia Sexual y Trata de Personas, “este programa me ha abierto los ojos, en cuanto a la importancia de escuchar a nuestros hijos y de interactuar más con ellos, a veces suceden cosas que uno no sabe y es importante la buena comunicación” comenta Angelica, “quedé impactada, me pareció muy interesante, ya que al inicio del programa, uno tiene un punto de vista muy diferente a lo que es el valor del ser humano, el valor de la vida; comprendí aún más el valor de un ser humano, en este sentido, la sensibilización fue profunda, porque puedes ver a una persona y no entender por lo que está pasando, ver a una niña o niño en la calle, a un jovencito y no saber la realidad por la que está pasando, y muchas veces, de manera inconsciente, no nos preocupamos, con este proceso tuve y tengo la oportunidad de entender y sentir por qué están allí, analizar quién los llevó hasta cierta condición, quién se está lucrando con ellos… probablemente hoy podemos ver a una niña o niño ajeno, pero no sabemos el día de mañana sí ese otro niño puede ser tu hijo. Así que, desde lo personal he podido entender el trasfondo y situación de las personas abusadas, comprender el contexto, saber que hay una segunda o tercera persona lucrándose con ellos”
Ahora Angelica se considera una líder con atención a los detalles cotidianos que suceden en su comunidad, ya que comprende el valor de la niñez y la adolescencia, “saber que hay más, allá del silencio, ahora yo vivo atenta, cuando voy por la calle observo a los jóvenes, para dónde se los llevan, que hacen y que personas se les acercan”.
… “Capacitarme con este programa, ha cambiado mi vida, me identifico con la causa, fue una capacitación que jamás y nunca esperé tener y aquí en Colombia es de las cosas más maravillosas que me ha sucedido, aprendí sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes, de la mujer, el acceso a la salud para los migrantes, etc.”.
“Mi sueño es poder ayudar, poder llegar un día a Venezuela y poder realizar sensibilización allá, todo por mis hijas, ellas, me dan esperanza, por cada niño en la calle y migrante, quiero seguir formándome para continuar trabajando por y para ellos.”
Fecha de publicación: 11 mayo, 2021